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Esta es una actividad de otoño o de Halloween para alumnos avanzados. Puede utilizarse meramente para enseñar cultura o como complemento para facilitar la comprensión de la versión en inglés del mismo texto.
El Joven Goodman Brown
Nathaniel Hawthorne era un escritor norteamericano del siglo XIX. Era de Nueva Inglaterra y descendía del único juez involucrado en los juicios de los brujos de Salem que nunca se arrepintió de su participación en este asunto. Estos juicios, que se iniciaron en 1692 y duraron hasta 1693 son probablemente el más sonado ejemplo de histeria colectiva en Norteamérica. Según algunos, fueron el acontecimiento que puso fin en Norteamérica a la teocracia, es decir al gobierno en el que el poder político es ejercido por personas supuestamente guiadas por autoridades divinas. Cuando unas cuantas chiquillas fueron pilladas consultando a una adivina, sabiendo que iban a ser castigadas, intentaron evitar el castigo acusando falsamente a otras personas de brujería. Vecinos que tenían rencillas con otros vecinos aprovecharon la ocasión para vengarse. Personas que deseaban hacerse con las tierras de otras personas también acusaron a estas últimas. Hasta la adivina implicada, que era una esclava de color, logró conseguir su libertad al testificar contra inocentes. Aquellos que sentían un miedo patológico de todo lo que no podían controlar y aquellos que se consideraban con derecho a controlar a los demás se crecieron. Más de doscientas personas fueron acusadas de tratar con el diablo. Catorce mujeres y cinco hombres fueron ahorcados y un hombre fue ejecutado por aplastamiento. Otros detenidos murieron en la cárcel. Aunque Nathaniel siguió siendo una persona muy ética, renunció al puritanismo de sus ancestros a favor de la compasión. Autor de “La Letra Escarlata,” un gran clásico anti-puritano, quizás sea en el cuento corto titulado “El Joven Goodman Brown” donde se ve con más claridad lo que sentía en relación con sus antepasados.
La historia del joven Goodman Brown es una alegoría sobre el reconocimiento del mal como algo inherente a
la naturaleza humana. Las buenas personas suelen fijarse más en sus defectos que en
los de los demás, pero cuando pierden la inocencia no pueden evitar reconocer
el mal allí donde lo encuentran. Puede que lo vean incluso donde no existe.
La historia de
Goodman es la siguiente:
El piadoso
Goodman Brown sale de su casa en la villa de Salem cuando se está poniendo el
sol, dejando sola a su mujer, Fe, con la
que lleva casado solo tres meses a pesar de que Fe le ruega encarecidamente que
permanezca con ella “esa noche más que cualquier otra noche.” A pesar de que Fe
está angustiada y asustada, Goodman dice que tiene que ocuparse de un asunto
que ha de resolver esa misma noche. Si Fe se va a la cama temprano después de
haber rezado, no la pasará nada malo. A pesar de sus temores, Fe le deja irse,
diciendo que espera que él encuentre todo en orden cuando vuelva. Las cintas
rosas que adornan el tocado de Fe bailan con el viento mientras ella observa
como su marido se aleja.
Goodman, que
considera a Fe un santo ángel, se promete a si mismo que volverá con su mujer
después de esa noche y jamás volverá a alejarse de ella. Su intención es
seguirla directamente al cielo. Acelera el paso para poder acabar cuanto antes
con su misión y entra en un imponente bosque, siguiendo un camino estrecho
flanqueado por vegetación tan densa y lúgubre que es imposible saber que puede
haber escondido detrás de ella, ya se trate de bestias salvajes, indios
enfurecidos o el mismo diablo. A pesar de sus reticencias, Goodman avanza hasta
que se encuentra con un hombre que le aguarda sentado al pie de un viejo árbol.
El hombre, de unos
cincuenta años de edad, tiene cierto parecido con Goodman y podrían tomarles por
padre e hijo. A pesar de su ropa sobria y sencilla, el hombre mayor tiene el
aire de uno que conoce bien el mundo. Lleva un extraño bastón con la forma de
una gran serpiente negra que, en la escasa luz que hay en ese lugar, parece
estar viva. El hombre le ofrece a Goodman, que está algo estresado, dicho
bastón, para que pueda caminar más fácilmente por el bosque.
En vez de
aceptar el bastón, Goodman dice que ha cumplido con su palabra y ha venido al
bosque para encontrarse con el hombre mayor y que ahora que se han encontrado
le gustaría volver a casa. El viejo dice que apenas han penetrado en el bosque
y deben adentrarse más. Goodman responde que ya ha ido demasiado lejos. Su
padre y su abuelo jamás hubiesen llegado tan lejos. Dice que él es de buena
familia, muy cristiana, y sería el primer Brown en seguir un camino
como ese y en semejante compañía.
El viejo
responde que él conoce muy bien a los Brown. Ayudó al abuelo de Goodman, el
alguacil, a azotar a una mujer cuáquera
por las calles de Salem. También asistió al padre de Goodman cuando éste quemó
un poblado indígena. A decir verdad, era tan amigo de los Brown que le gustaría
serlo de Goodman por cariño a sus parientes.
Goodman
responde que jamás oyó cosa tal, y que si esto fuese cierto, hubiesen expulsado
a su familia de Nueva Inglaterra. El hombre mayor alega que él conoce pero que
muy bien a la gente de Nueva Inglaterra. Es amigo de la mayoría de los caciques
locales, incluyendo al gobernador.
Goodman se sorprende al escuchar esto. Dice que él es un hombre sencillo que
nada tiene que ver con gentes poderosas, pero que se avergonzaría mucho si no
pudiese mirar a los ojos a su pastor ese domingo por haber continuado por esa
senda. Al viejo le da un ataque de risa. Esto le sienta mal a Goodman, que dice
que no va a seguir adelante por amor a su esposa, Fe. El hombre mayor, todavía
muerto de risa, dice que Goodman puede irse si lo desea. Él no tiene ningún
deseo de hacerle daño a Fe.
En ese momento
una tercera persona aparece deambulando por el camino. Se trata de la comadre
Cloyse, una anciana ejemplar que fue la catequista de Goodman cuando era niño.
Goodman no entiende que puede estar haciendo esta señora vagando por el bosque
de noche, pero avergonzado de que ella pueda verle ahí, se esconde detrás de
unos arbustos. El hombre mayor roza a la anciana en el cuello con su bastón.
“¡El demonio!” exclama la Señora Cloyse al ver quién la ha tocado. El hombre
mayor dice que la mujer ha reconocido a su viejo amigo y comienzan a charlar. Ella
dice que ha perdido su escoba y por eso va a pie a cierta reunión a la que
desea asistir porque un joven apuesto va a ser iniciado esa noche. Pide al
viejo que le preste su brazo para llegar hasta allí pero él dice que solo puede
ofrecerla su bastón. La vieja y el bastón desaparecen del lugar.
Goodman y el
otro hombre siguen adentrándose cada vez más en el bosque. El viejo corta una
rama de arce y fabrica otro bastón. De pronto, Goodman se desploma sobre el
tocón de un árbol y se niega a seguir adelante. Quiere volver con Fe. El viejo
le asegura a Goodman que va a cambiar de parecer, pero que puede sentarse a
descansar un poco si le hace falta. Entrega el bastón nuevo a Goodman y
desaparece en la oscuridad. Mientras Goodman se congratula a si mismo por haber
puesto fin a esta excursión, oye como se acercan unos caballos. Escucha las
voces de dos hombres. Aunque no puede verles, identifica las voces como la de
su pastor y la del diácono Gookin. Conforme avanzan a paso lento y quedo,
mencionan que una mujer joven va a ser iniciada en la reunión a la que se
dirigen.
Horrorizado,
Goodman alza sus ojos al cielo. El trocito de cielo que ve sobre él es azul y
está iluminado por estrellas. Pero una nube negra lo cubre de pronto. Goodman
comienza a escuchar las voces de sus vecinos, tanto los de buena reputación
como los de mala. La voz angustiada de una joven parece estar pidiendo un favor
que teme obtener. Y la multitud invisible la anima a hacerlo. Una cinta rosa
cae de la nube y queda colgada de la rama de un árbol.
Goodman corre
enloquecido hacía el corazón de la oscuridad, entre árboles que crujen, bestias
que aúllan e indios que gritan, pero los gritos de Goodman son más horribles
que todos estos sonidos juntos. Goodman se dice a si mismo que nada teme, porque
él mismo es lo más terrible que hay en el bosque. Finalmente llega a un claro
en cuyo centro se halla una roca llameante rodeada por cuatro pinos encendidos
como velas. Una luz roja se enciende y apaga y una congregación enorme aparece
y desaparece. Los presentes incluyen damas de clase alta, esposas de hombres muy importantes, muchas viudas y algunas muchachas jóvenes. Su pastor está allí y
también el diácono Gookin. Gentes de buena reputación se encuentran junto a
personas disolutas alternando sin reparo alguno. Incluso hay brujos indios, más terribles que los europeos, allí presentes
entre sus enemigos de rostros pálidos. Todos están cantando un himno horrendo.
“¿Dónde está Fe?” pregunta Goodman Brown. Una figura de evidente autoridad
aparece entre la multitud y una voz grita “Traed a los conversos!”
Goodman da un
paso adelante, pensando que su padre está ahí llamándole. Una muer de facciones indefinidas intenta advertirle de que no siga y Goodman piensa que quizás sea su
madre. Pero antes de que pueda retroceder el pastor y el diácono le agarran y
le llevan hasta el altar. La Señora Cloyse y otra bruja conducen a una mujer
cubierta por un velo hasta su lado. La oscura figura que preside la reunión les
da la bienvenida a Goodman y a la mujer velada. Les promete que van a penetrar
el misterio del pecado y que en adelante lo reconocerán allí donde esté. Les
dice que se miren el uno a la otra. Goodman entonces ve a Fe temblando delante
de él. El mal, dice la figura oscura, va a ser su única felicidad y conocerán
los pecados de los demás mejor que los suyos propios. La figura mete una mano
en un cuenco que contiene un liquido rojo y está a punto de marcarles la frente
con el mismo.
“¡Fe! ¡Fe!” grita
Goodman. “¡Mira al cielo y resiste la
embestida del Maligno!”
Goodman jamás
llegaría a saber si Fe le obedeció o no. Se encontró de pronto solo en el
bosque, escuchando únicamente los rugidos del viento.
A la mañana
siguiente Goodman caminó lentamente hasta la villa de Salem. Todo estaba como
lo había dejado. Pero cuando el pastor le saludó, Goodman se alejó rápidamente
de él. Cuando vio a la Señora Cloyse catequizando a una niña, Goodman agarró a
la chiquilla y se la llevó de ahí. Y cuando se encontró con su Fe, luciendo su
tocado de lazos rosas y tan contenta de ver a su marido, Goodman pasó de largo sin
saludarla. Goodman se convirtió en un hombre triste y amargado que no volvió a
fiarse de nadie hasta el día de su muerte, pues siempre veía el mal en los
demás. La duda había suplantado a la fe en su corazón.
TEST
A) Todas estas afirmaciones son probablemente
ciertas. Explica por qué crees que lo son aportando información del texto.
1. Es un
acierto que la esposa de Goodman se llame Fe.
2. Fe no
quiere que Goodman la deje. Parece tener miedo de que lo haga de forma
permanente. Tal vez eso sea lo que teme que vaya a ocurrir en esa fatídica noche.
3. Por razones
que desconocemos, Goodman ha prometido reunirse con cierto hombre en el bosque
de noche.
4. El hombre
con el que se reúne Goodman se parece a él, pero es mayor que él. A Goodman le
recuerda a su padre y a su abuelo.
5. Goodman cree
que sus antepasados jamás harían lo que él esta haciendo. Pero el hombre mayor
le dice que eran buenos amigos suyos y que él les ayudó a hacer cosas malas. Cuando
le ofrece a Goodman su bastón con forma de serpiente, le está ofreciendo
también su ayuda, haciendo que le sea a Goodman más fácil hacer cosas malas.
6. Goodman
dice que si sus ancestros hubiesen sido malvados la gente virtuosa de Nueva
Inglaterra les hubiesen expulsado de ahí. El hombre mayor responde que él es
amigo de esta gente también, el pastor de Goodman inclusive.
7. Lo único
que Goodman puede decir a continuación es que su esposa es buena y él quiere
regresar con ella. Pero antes de que se pueda ir aparece una vieja que avanza
por el sendero.
8. La anciana
reconoce al demonio cuando ve al hombre mayor. Parecen ser excelentes amigos.
Él la ayuda a llegar a una reunión que ella está deseosa de atender.
9. Goodman entonces
escucha a dos hombres que hablan de una reunión a la que se están dirigiendo.
En esta reunión, una joven va a ser iniciada en un grupo al que ellos
pertenecen.
10. Una nube
negra cubre el cielo y en la oscuridad Goodman escucha las voces de sus
vecinos, tanto buenos como malos, animando a una joven que duda en pedir un
favor que le saldrá caro.
11. Goodman sospecha
que la joven es Fe y enloquece.
12. Goodman llega a un claro en el bosque
donde una multitud se ha congregado alrededor de una especie de altar.
13. El ser que
preside la reunión pide que le acerquen a los conversos y Goodman ve que se
trata de él mismo y de su mujer.
14. Goodman le
pide a Fe que renuncie al demonio, haciendo de este modo él lo mismo.
15. Después de esta noche Goodman cambia. Ya
no puede mirar a cualquier persona sin ver el mal que hay en ella.
B) Una buena historia sobrevive en el tiempo y puede
ser interpretada de muchas maneras. Contesta estas preguntas sobre las
diferencias entre la forma en que vemos las cosas hoy en día y la forma en que
las veían los puritanos y el autor de este cuento.
1. ¿Ha tenido
Goodman una simple pesadilla que le ha agriado el carácter o es que sufre de
una enfermedad mental?
2. ¿Estaba
Goodman realmente contento con su matrimonio? ¿Por qué llevaba Fe lazos rosas?
¿No debería vestir ropa oscura como las buenas puritanas? ¿Por qué la deja Goodman para reunirse con otra
persona en un lugar oculto y de noche?
3. ¿Sería
políticamente correcta hoy la manera en que el autor habla de los indios?
4. Una teoría
sostiene que el bien existe allí donde se intenta hacer, no importa cuales sean
los resultados. ¿Podría Goodman haber hecho algo para vencer la tristeza que se
había apoderado de él?
5. ¿Qué
piensas de este cuento?
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