Sancho Panza
I´m going to tell you one more thing speaking English is good for. It occurred to me to go to the airport at Barajas to see off a friend who was emigrating in search of a job. I travelled to Madrid by Avant and from the train station at Atocha went to the airport at Barajas by a special bus that follows this route. This bus is quite convenient and costs only two euros, but most of the time it is very crowded with people and luggage. If the owners of the luggage are rude and impolite, they don´t place their suitcases in the space reserved for them but put them on the seats next to the ones they occupy, thus forcing other passengers to ride standing or put up a fight for their rights the result of which depends on the fortune of war. But what surprises me the most is the shameless ease with which some people manage to avoid the very long queues to get on the bus.
Os voy a contar una cosa más para la que sirve el inglés. Se me ocurrió ir a Barajas a despedir a un amigo que ha tenido que emigrar para encontrar trabajo. Fui a Madrid en el Avant y de Atocha a Barajas en un autobús especial que hace este recorrido. Está bien el tal autobús, y sólo vale dos euros, pero las más de las veces va muy lleno de gente y de maletas. Si los dueños de las maletas son maleducados, no las colocan en los espacios para las maletas. Las colocan directamente en los asientos que están junto a los que ellos ocupan, obligando a los demás pasajeros a ir de pie o a pelear por sus derechos, dependiendo el resultado del conflicto de la fortuna de la guerra. Pero lo que más me chocó es lo hábiles que son algunas personas para saltarse las colas larguísimas que a veces se forman para subir a estos autobuses.
I was able to see how this works on my way back to Atocha from Barajas. One of these buses slammed its doors right in my nose, thus placing me in the enviable position of first in the queue for the next bus. Being in this privileged position, I was able to learn how some people get to sneak in before others who should rightfully go first. First three fine and elegant gentlemen ignored the queue and went all the way up to the post with a sign on it that announced the bus´s route, pretending to read what was written on it. I, of course, as first in line, was standing next to the said post. Soon, smiling and acting as if I were an old friend of theirs they asked me in good English though they were clearly from the Middle East, if this was where the bus to Atocha stopped. I answered that this was indeed the queue to the said bus, gesturing towards a lady who was some five people away and last in line. They gave me an evil look and stayed put right next to the post. They remained there until they saw another fifteen persons had taken their places in the queue and that it was very likely that there would be a riot if they tried to get in first.
Lo pude comprobar cuando volvía de Barajas a Atocha. El autobús me cerró la puerta en las narices y se fue, dejándome el primero de la cola para el siguiente autobús. Por estar en esta posición privilegiada pude aprender como hacen algunos carotas para colarse. Primero se me acercaron unos caballeros muy finos y elegantes fingiendo que se habían saltado la cola para leer el cartel pegado en un poste que anunciaba el recorrido del autobús y al que yo, como primera persona en la cola, también estaba pegado. Enseguida me saludaron y preguntaron en buen inglés, aunque por el aspecto eran clarísimamente de oriente medio, si ese era el autobús que iba a Atocha. Yo les contesté que esta era la cola para ese autobús, y señale que les tocaba colocarse detrás de una señora de blanco que estaba unas cinco personas más atrás. Me miraron fatal pero no se movieron de mi lado. Permanecieron allí hasta que vieron que la cola había aumentado en otras quince personas y que era muy posible que se liase una gorda si intentaban colarse.
Now, this story might not make much sense just now, but it soon will. Because a very pretty little Chinese girl with her gigantic suitcase came all the way up to me and asked me with a great big smile and in an English she was clearly very proud of, the same question the gentlemen from the Middle East had asked. I gave her the same answer. She was not willing to take her place at the end of the now very long queue, so she also tried to pretend we were friends by continuing the conversation, which she could only do asking another stupid question. “But… which terminal is this?” “Terminal one,” I answered. “Ah, I know, but…which terminal is this?” “Terminal one,” I replied again. “Oh,” she persisted, “terminal one. Yes, but is this really terminal one?”
Puede que esto no tenga mucho sentido de momento, pero lo va a tener enseguida. Porque en breve llegó con su enorme maletón una chinita monísima que se acercó a mí y en un inglés del que se veía que estaba muy orgullosa me hizo la misma pregunta que los señores de oriente medio. Recibió la misma respuesta. Tampoco estaba dispuesta a colocarse al final de la cola, así que intentó fingir que nos conocíamos haciendo otra pregunta para que los demás viesen que conversábamos. “Pero…¿qué terminal es esta?” preguntó. “La uno,” respondí. “Ay, pero, es que…¿qué terminal es esta?” “¡La uno!” volví a responder. “¡Ah! Ya, la uno. Pero es que…¿es realmente la terminal uno?”
And the second person in the queue bit the hook. This was also a young girl, but Spanish. I had noticed she looked a bit depressed, like many people who are returning from a holiday they have enjoyed, but she not only looked wistful, she also looked a little worried. The Spanish girl, in a rudimentary English, said that perhaps this was terminal three. “One!” I said, pointing at a huge sign behind us that left no doubt where we were at. The Chinese girl laughed and gestured that she was appealing to me to let her remain where she was instead of sending her to the end of the queue. I? Certainly not! But the Spanish girl suddenly saw that she could continue speaking in English with someone. She could – this now became evident – practice everything she had travelled to learn. Not everything was lost. It was not yet over. She still did not have to return to a place where no one would speak to her in the language she had been struggling to learn. She began to talk like mad to the minx who, of course, was second to get on the bus, unfairly before more than thirty people. Since I had no suitcase with me, the enterprising girl was first to place her suitcase on a passenger´s seat – the one for the handicapped, of course. What a smile she gave me when she did that! But that yes – she had to put up with the faltering English of her benefactress all the way to Atocha. Well, like I said, another reason to learn foreign languages.
Y la segunda persona que había en la cola mordió el anzuelo. Era esta una chica también joven, pero española. Yo había observado que parecía un poco deprimida, como la gente que vuelve de una vacación de la que ha disfrutado plenamente, pero además de triste parecía preocupada. La españolita, en un inglés bastante rudimentario, dijo que quizás se tratase de la terminal tres. “¡La uno!” grité yo, señalando un cartel gigantesco que había detrás de nosotros y que no dejaba lugar a dudas. La chinita se rió y me hizo gesto de que se quería colar y que yo la dejase. ¿Yo? Desde luego que no. Pero la españolita, sin darse cuenta de que la otra lo que quería era colarse, se percató de que podía seguir hablando en inglés con alguien. Podía (esto ahora se hizo evidente) practicar todo aquello que había viajado para aprender. No todo estaba perdido. Aun no tenía que volver a un lugar en el que nadie la seguiría hablando en el idioma que se había estado esforzando por aprender. Se enrolló como las persianas con la carota, que por supuesto subió la segunda al autobús pasando por delante de unas treinta y tantas personas con sus engorrosas maletas. Como yo no llevaba ninguna, la suya fue la primera en ocupar un asiento – el de minusválidos, por supuesto. Menuda sonrisa me dió cuando lo ocupó así. Pero eso sí. Tuvo que viajar hasta Atocha aguantando la conversación de su benefactora. Bueno, lo dicho. Otra razón para aprender idiomas.
And now it is your turn to practice by stating your opinion in English about all this.
Y ahora os toca practicar a vosotros, dando en inglés vuestra opinión de todo esto.
And now it is your turn to practice by stating your opinion in English about all this.
Y ahora os toca practicar a vosotros, dando en inglés vuestra opinión de todo esto.
We found this image of the said bus on Images from Internet.
Encontramos esta imagen del autobús en cuestión en Imágenes de Internet.
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